1 Diciembre – Día MUndial de Lucha Contra el SIDA
Retroceso crítico en la respuesta al VIH y las ITS
Caída en la entrega de preservativos, diagnósticos tardíos y un fuerte aumento de infecciones de transmisión sexual marcan un escenario de alerta sanitaria. Organizaciones y redes juveniles reclaman políticas urgentes y sostenidas.

Argentina llega a un nuevo Día Mundial de Lucha contra el VIH en un contexto preocupante: los indicadores epidemiológicos muestran un avance sostenido de las infecciones y un debilitamiento de las políticas de prevención. La combinación de menos insumos, mayor diagnóstico tardío y crecimiento de las ITS configura un escenario que especialistas, organizaciones comunitarias y redes de personas con VIH califican como “crítico” y “evitable”.
El último boletín del Ministerio de Salud registra 6.692 nuevos casos de VIH en 2024, superando los niveles previos a la pandemia. Más grave aún, el 45 % de los diagnósticos se realiza en etapas avanzadas, cuando el sistema inmunológico ya está deteriorado. Esta situación refleja barreras de acceso al testeo, falta de campañas públicas y una disminución en la presencia del Estado en estrategias de prevención.
El mismo boletín recuerda que en Argentina viven más de 140.000 personas con VIH –cifra que hace años viene siendo informada por las distintas administraciones, lo cual hace dudar su veracidad-, y que además una parte significativa desconoce su diagnóstico, lo que aumenta los riesgos tanto individuales como comunitarios.
La prevención también muestra señales críticas. Entre el tercer trimestre de 2023 y 2024, la distribución estatal de preservativos cayó 44,1 %, junto con una reducción en test rápidos, reactivos y otros elementos esenciales.
Simultáneamente, los estudios muestran que solo alrededor del 14 % de la población utiliza preservativo en todas las relaciones sexuales, con tasas aún más bajas entre adolescentes y jóvenes. Esta combinación empuja hacia arriba las infecciones por VIH y, sobre todo, otras ITS.
En efecto, los datos nacionales recientes confirman un aumento acelerado en las ITS. En 2024 se notificaron 36.917 casos de sífilis, y para las primeras 44 semanas de 2025 ya se registran 36.702, lo que representa un salto del 38,5 % respecto a 2022.
La mayor parte de los contagios se concentra en población joven y en personas de entre 15 y 34 años. Organizaciones que trabajan en territorio señalan que la combinación de desfinanciamiento, escasez de insumos y debilitamiento de políticas de educación sexual favorece la rápida expansión de estas infecciones.

Impacto social: más vulnerabilidad y más desigualdades
El aumento de ITS y el diagnóstico tardío de VIH no ocurren en el vacío. Afectan con especial dureza a quienes tienen menos acceso a servicios de salud, a jóvenes de barrios populares, a mujeres y a personas LGBTIQ+.
A esto se suma el estigma: muchas personas evitan testearse o acudir a controles por temor al maltrato o la discriminación. En este escenario, las organizaciones insisten en que el VIH no es solo una cuestión sanitaria, sino también de derechos humanos.
Desde la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP) advierten que la falta de políticas sostenidas deja a la población “sin herramientas reales de prevención”. Las redes insisten en que el Estado debe garantizar preservativos, testeo, PrEP, campañas y acompañamiento, especialmente en espacios donde la comunidad ya trabaja de manera activa.
“Los espacios comunitarios han sido, históricamente, los pilares de la respuesta al VIH en Argentina, y sin financiamiento y articulación estatal será imposible sostener la cobertura necesaria”, advierte Gerardo Mitre, psicólogo, presidente de FUNDAMIND, una referente en la prevención y atención del VIH desde 1990 en el país y Latinoamérica.
Durante muchos años, esta ong contribuyó al descenso de la transmisión vertical a través de su campaña No Más Chicos con Sida, que tuvo el apoyo de artistas, deportistas y celebrities. Actualmente, afirma Mitre, ¨disponemos de recursos muy limitados para encarar la prevención comunitaria, limitándonos a desarrollar en FUNDAMIND, de manera gratuita y confidencial, el testeo rápida del VIH, con los insumos que nos provee AHF Argentina, una organización colega con la cual trabajamos desde hace años¨.
El complejo panorama global
La crisis local ocurre en un contexto internacional adverso. ONUSIDA advierte que el mundo podría no cumplir la meta de eliminar el sida como problema de salud pública para 2030 debido a recortes en salud pública, caída de financiamiento y debilitamiento de programas comunitarios.
El Fondo Mundial, actor central en el financiamiento global de la lucha contra el VIH, también enfrenta tensiones y brechas económicas que ponen en riesgo la continuidad de programas en países de ingresos medios, como Argentina.
En este escenario, organizaciones, especialistas y redes comunitarias coinciden en la urgencia de restablecer el suministro sostenido de preservativos, test, reactivos y medicación, como aumentar el testeo y garantizar diagnóstico temprano con estrategias descentralizadas y amigables, especialmente para jóvenes.
Además, recuperar y fortalecer la educación sexual integral, clave para prevenir ITS y VIH; asegurar acceso universal a PrEP y a tecnologías de prevención combinada; y financiar y reconocer el rol de las organizaciones comunitarias que sostienen la prevención en territorio.
En este Día Mundial de la Respuesta al VIH, el mensaje es claro: la epidemia no terminó. Los datos muestran que la falta de inversión, el retroceso en políticas de salud sexual y el debilitamiento de programas públicos están generando un escenario de riesgo que podría haber sido evitado.
“La respuesta al VIH requiere voluntad política, inversión sostenida, información científica, trabajo comunitario y respeto por los derechos humanos. Cada cifra representa una vida. Y es ahora cuando Argentina debe decidir si enfrenta esta crisis o permite que siga creciendo”, subraya Mitre.